Piden los habitantes que volteen la mirada a este lugar desecho
Alejandro Serafín Villegas / Corresponsal / Huauchinango, Puebla /Cambio
En el barrio La Arrinconada, el huracán Dean afectó mucho y ahora Lorenzo arrasó con todo a su paso. La gente se quedó en la calle, “los compañeros tuvieron que caminar durante diez horas desde Tlapitzalapa hasta Huauchinango, salieron de esta comunidad desde las tres de la madrugada”, comentó el damnificado
Tlapitzalapa, hasta la fecha, se encuentra totalmente incomunicada: no hay luz, línea telefónica, mucho menos acceso por vía terrestre, las carreteras fueron obstruidas en su totalidad, el único acceso a la comunidad es por Chicontla, pero sólo a pie, pasando por veredas llenas de lodo y rocas durante cinco horas
Sin duda, los municipios de Jopala y Chiconcuautla son de los que sufrieron más daños materiales y pérdidas humanas a consecuencia de los huracanes Dean y Lorenzo, sin embargo existen puntos “insignificantes” en la geografía de la Sierra Norte que permanecen en el anonimato; ahí no llega ningún funcionario, ninguna brigada oficial, ningún medio de comunicación, es el caso de Tlapitzalapa.
Tlapitzalapa, hasta la fecha, se encuentra totalmente incomunicada: no hay luz, línea telefónica, mucho menos acceso por vía terrestre, las carreteras fueron obstruidas en su totalidad, el único acceso a la comunidad es por Chicontla, pero sólo a pie, pasando por veredas llenas de lodo y rocas durante cinco horas
Sin duda, los municipios de Jopala y Chiconcuautla son de los que sufrieron más daños materiales y pérdidas humanas a consecuencia de los huracanes Dean y Lorenzo, sin embargo existen puntos “insignificantes” en la geografía de la Sierra Norte que permanecen en el anonimato; ahí no llega ningún funcionario, ninguna brigada oficial, ningún medio de comunicación, es el caso de Tlapitzalapa.
Esta comunidad, es un lugar desconocido para el “mundo exterior”, donde viven unas 120 familias de la gente más pobre y marginada del municipio de Tlaola. Por ahí junto también está Caxapotla. Estas dos comunidades también fueron duramente azotadas por los los huracanes que han dado mucho de qué hablar en todo el país y tal vez en otras partes del mundo: Dean y Lorenzo.
Si bien es cierto que a los municipios más publicitados no ha llegado el apoyo requerido, a Tlapitzalapa y Caxapotla ni siquiera han llegado los reflectores mediáticos, cuando menos para dar testimonio de la existencia de esas familias que permanecen en el olvido oficial.
Aquí contamos con los testimonios de gente que ha tenido que enfrentar la desgracia del huracán y del anonimato:
Nicolás Cazares Cerón, activista de Antorcha Campesina en la zona de Tlaltepango, ha recorrido junto con sus compañeros la región de Tlapitzalapa con el fin de detectar los lugares dañados por el huracán Lorenzo, pudimos platicar con la comisión que salió a Huauchinango para buscar ayuda.
Cuenta que hubo afectación de viviendas y cultivos y que vinieron a Huauchinango con la esperanza de localizar a la delegada de Sedeso, Yolanda Zegbe, pero desafortunadamente no tuvieron suerte.
Dicen que en el barrio de La Arrinconada todas las viviendas están arruinadas, ya recopilaron listas con los nombres de damnificados, que son más de 90 familias y desde el huracán Dean no han recibido ningún tipo de apoyo, por tal razón exigen al gobierno ayuda lo más pronto posible, afirman que los únicos que los visitan son los de Antorcha.
Tlapitzalapa, hasta la fecha, se encuentra totalmente incomunicada: no hay luz, línea telefónica, mucho menos acceso por vía terrestre, las carreteras fueron obstruidas en su totalidad, el único acceso a la comunidad es por Chicontla, pero sólo a pie, pasando por veredas llenas de lodo y rocas durante cinco horas.
Amalia Zaragoza, habitante de Tlapitzalapa, narra con voz quebrada y lágrimas en los ojos la situación que viven ella y su familia. Siente tristeza e impotencia por no poder hacer nada más que sólo observar cómo la crecida del arroyo Necaxa casi cobra la vida de sus hijas y arrastraba sus pocas pertenencias como maíz, sillas, trastes de cocina.
Cuenta que la corriente llegó a más de un metro de altura y cada vez que llueve el arroyo crece, ya son siete veces que pasa esta situación, la petición que ella hace es que los pudieran reubicar o poner protección a los lados del arroyo.
Lucía Galindo, vecina de Tlapitzalapa, vino junto con sus demás compañeros a Huauchinango para pedir apoyo, ya que hace mucha falta en su comunidad por la gran devastación de cultivos como maíz, café, además de las viviendas, y para saber de una vez por todas si los van a ayudar o no.
En el barrio de La Arrinconada, el huracán Dean afectó mucho y ahora Lorenzo arrasó con todo a su paso. La gente se quedó en la calle, “los compañeros tuvieron que caminar durante diez horas desde Tlapitzalapa hasta Huauchinango, salieron de esta comunidad desde las tres de la madrugada”.
Ellos exigen que el presidente municipal de Tlaola, Édgar Cázares Morgado y los funcionarios del gobierno del estado no hagan oídos sordos a sus peticiones, ya que han entregado las listas de damnificados, pero nunca les han brindado apoyo. “Que volteen los ojos a las comunidades afectadas por los huracanes, de las que sólo se acuerdan para pedirles el voto en tiempo de elecciones, y pasando éstas, ni recuerdan su existencia”, fue la queja final
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