Un joven de 14 años visitaba el taller de un tío cuando ocurrió la tragedia en San Juan Pancoatl, también hay un adulto gravemente herido.
Pilar Bernal/Mediatica
Solo ruinas quedaron de un taller pirotécnico clandestino ubicado en Huejotzingo, donde un descuido hizo volar por los cielos cohetones y ladrillos proyectándolos en un radio de 70 metros a la redonda.
Pilar Bernal/Mediatica
Solo ruinas quedaron de un taller pirotécnico clandestino ubicado en Huejotzingo, donde un descuido hizo volar por los cielos cohetones y ladrillos proyectándolos en un radio de 70 metros a la redonda.
Un fatal accidente que cobró la vida de un menor de edad y dejo un adulto gravemente herido.“Ahí como pueden ver hay huellas de las bombas que se fabrican aquí como son las famosas japonesas de luces y pues ahí esta, como cohete y eso, pues ya no existe, ya se quemó”. Señaló Elígio Sánchez Tepatl, agente subalterno de San Juan Pancoatl.
El estruendo fue tal, que los pobladores de San Juan Pancoatl, como Alejandra Morales, vecina del taller pirotécnico, creyeron que el volcán estaba en erupción, media hora de estallidos, vidrios rotos y una lluvia de fuego sobre sus hogares, que les hicieron temer por sus vidas, “Yo pensaba que era el volcán, como hace 15 días sacaba humo yo pensé que era el volcán, aquí en el patio todos los vidrios llegaban al patio todo bien feo y un susto, yo llorando, gritando por mi hijo que apenas había salido de la escuela”.
Modesto Román Solís, vecino del taller, también temió por su vida y la de sus familiares, “Por mi familia, por mis nietos, pero Dios quiso que no paso nada y le damos gracias a Dios y ya, la virgencita de Guadalupe que nos echó la mano”.El próximo febrero Fabián cumpliría 15 años y también terminaba la secundaria. Por azahares del destino, estaba de visita en el taller de su padrino Trinidad Osorio Sánchez, cuando la terrible explosión marcó su trágico final.
Los mariachis cantaron “amor eterno” junto a su féretro, el llanto de sus familiares lo acompañó y el corazón de sus padres se rompía en cada nota ante la tragedia, en una desgarradora suplica porque estos polvorines no cobren ni una vida más.Luis García Pérez, padre de Fabián, señaló, “La mayoría de las personas hay que quieren y quisieran que esos talleres se quitaran y a veces ellos han tratado de salirse pero vuelven a regresar y creo que no es justo”.
Y es que esta es la quinta ocasión que San Juan Pancoatl sufre la explosión de un polvorín clandestino, pero esta, fue la más grave, la que terminó con el futuro de Fabián.Por eso, sus pobladores ya viven con miedo y piden a las autoridades que saquen estos talleres de su comunidad.
Elígio Sánchez Tepatl, agente subalterno de San Juan Pancoatl, aseguró que debe haber métodos para evitar la instalación de estos talleres, “Lo que si tenemos que mediar, es el medio de seguridad de como se labore que no pongamos en riesgo a las personas que viven aledañas a estos lugares, que demarque una seguridad más eficaz”.
Mientras que Alfonso García Pérez, pide que quiten los talleres, “Lo que nosotros queremos ya es que se salgan de aquí, no los queremos aquí ver que vayan a trabajar a otro lado”.
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