En dos ocasiones había intentado suicidarse. A uno de sus hijos lo aventó a una cisterna, aunado a esto tenía problemas económicos y estaba triste por la muerte de su madre
Alfonso Ponce de León Salgado/Intolerancia
Alfonso Ponce de León Salgado/Intolerancia
Luis Guillermo Arsención Serna, en su calidad de director de Averiguaciones Previas Metropolitana Norte, confirmó que los pequeños Andrés y Fernando, de apellidos Andrés Luna, quienes contaban con 3 años y 3 meses de edad, no fueron envenados por su madre Laura Barruecos Cortes —quien después se suicidó—, sino que los asfixió con su propia mano, al menos así lo indican los primeros resultados de las investigaciones periciales realizadas por criminalistas de la Dirección de Servicios Periciales. Vía telefónica Arsención Serna dio a entender que el caso de la muerte de dos niños y el suicidio de su progenitora no tarda en ser enviada al archivo.
Para reforzar los resultados afirmó que Laura ya en otras dos ocasiones había tratado de suicidarse, primero quiso ahorcarse con un cinturón, luego se cortó las venas; las dos ocasiones tuvieron un móvil, la enfermedad mental de ella, amén de que la mujer ya había estado recluida en una institución médica y estaba sujeta a medicamentos para controlarse.
Aún así sus familiares y su esposo, de quien aún se desconoce el nombre, le permitieron que estuviera cerca de sus hijos y la dejaron sola con ellos, pese a que ya existían antecedentes de que Laura en una ocasión arrojó a uno de sus hijos a la cisterna y por suerte en esa ocasión lograron salvarlo. Laura Barruecos era psicóloga, tenía problemas con el pago de sus tarjetas de crédito, estaba triste por la muerte de su madre, todo esto a ninguno de sus familiares le importó, ni siquiera a su esposo, sólo pusieron atención cuando Laura ya había matado a sus hijos y luego se había suicidado.
Primeros datos de un doble crimen
El primer reporte del caso más violento del primer mes del 2008 lo proporcionó la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del municipio; este indica que en el interior de la casa ubicada en calle Oaxaca 707 de la colonia Popular Castillotla, una mujer asesinó a sus hijos y luego se ahorcó. Lo que aún se ignora y probablemente nunca se sabrá es lo ocurrido cinco horas antes de que fueran hallados los cuerpos sin vida.
Laura Barruecos, la autora material de un doble crimen, no vive para contarlo, mucho menos sus víctimas, las frías paredes de la recámara donde ocurrieron los hechos fueron mudos testigos. El informe oficial es que Julio Pérez Salazar, agente en turno de la agencia del Ministerio Público de Homicidios, acudió a la casa en cuestión para dar inicio a las diligencias del levantamiento de cadáveres de quienes en vida se llamaron: Laura Barruecos Cortes, quien tenía 26 años de edad, además de Andrés y Fernando, de apellidos Andrés Luna, quienes contaban con 3 años y 3 meses de edad, dando inicio a la averiguación previa 001/2008/AEH.
Los cuerpos de los dos niños y de su madre fueron encontrados cerca de las 15:00 horas por familiares que fueron a visitar a los niños, pero los investigadores sostienen que los tres occisos tendrían al menos de cinco horas de haber muerto los dos hermanos como consecuencia de homicidio y el de la mujer por suicidio. Laura tendría al menor un año de haberse casado con un hombre de quien no se sabe si es padre de los niños, sólo que acudió ante el representante social para identificarlos, sin que se precise por qué no se encontraba en su casa en el momento de los violentos hechos.
Más tarde se supo que Laura antes de tener hijos estuvo recluida en un hospital psiquiátrico, que tomaba medicamentos para soportar las fuertes depresiones que sufría, amén de que recientemente había fallecido su madre. Laura no precisó al escribir el recado póstumo sobre el hecho de que no quería que sus hijos sufrieran lo mismo que ella. ¿Su locura? ¿Pensaba suicidarse y los iba a dejar huérfanos? Las incógnitas no terminan.
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