Su calle estaba protegida por la PMP
Alfonso Ponce de León Salgado/Intolerancia
Alfonso Ponce de León Salgado/Intolerancia
Ocurrió durante los primeros días del mes de enero, un grupo de agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE) investigaban una denuncia anónima —efectuada al 089— donde indicaban que en la calle 17 Oriente, entre la 16 de Septiembre y la 2 Sur, de la colonia Granjas Puebla, uno de los vecinos, que se decía abogado, comercializaba “grapas” de cocaína, por lo que montaron una guardia discreta en espera de verificar la confidencia.
No tenían ni una hora vigilando cuando su vehículo fue cercado por elementos del Sector 2 de la Policía Municipal Preventiva (PMP), que llegaron en varias unidades y quienes los obligaron a bajar de la unidad, les pidieron que se retiraran y fue cuando uno de los agentes le dijo a los uniformados, “esta es la calle más segura de la ciudad de Puebla”.
Resulta que la tarde del lunes elementos del grupo Táctico Halcón de la PMP recibieron indicaciones para que checaran la misma denuncia efectuada a través del 060 CERI (Centro de Emergencia de Respuesta Inmediata), donde además venía el anexo de que los uniformados protegían el sector; así las cosas, el grupo Élite detuvo en posesión de dinero en efectivo y 150 “grapas” de cocaína a Francisco Eduardo Castillo Zamora, de 32 años de edad, identificado como “El Nariz de Cacahuate”.
El sospechoso de delitos contra la salud, al momento de ser ubicado se encontraba a bordo de un vehículo Dodge Dart de color rojo, placas TVE 3869, al momento de advertir la presencia de los uniformados intentó ocultarse en su domicilio, que se ubica sobre la misma calle, sin embargo fue detenido por los uniformados.
Poco después de la intervención policiaca, al lugar arribaron unidades del sector 2 de la PMP, quienes fueron enterados de que el vecino de esa calle, sospechoso de vender droga, iba a ser trasladado a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal para ser presentado a la Delegación Estatal Puebla de la Procuraduría General de la República, donde también era reclamado.
Un cliente que se quedó sin sus dosis Justo cuando Francisco Eduardo Castillo Zamora, “El Nariz de Cacahuate” se encontraba en las instalaciones de seguridad Pública Municipal recibió en su celular —que también le fue asegurado— una llamada de un sujeto que dijo llamarse Chava. El dato lo saben porque le pidieron que contestara el teléfono pero con el altavoz y este le dijo: “soy Chava, dame diez grapas de la blanca buena, te veo en la avenida Nacional y las Torres”, sólo que la “mercancía” nunca llegó.
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