Alfonso Ponce de León - Porqué los Muertos Corren Rápido
El secuestro y después asesinato de Karina Reyes Luna, hija del empresario Luis Reyes Larios, propietario de la Universidad del Golfo de México además de sobrina del arzobispo de Jalapa, Hipólito Reyes Larios, estudiante de la carrera de Diseño y Producción Publicitaria de la UPAEP (Universidad Popular Autónoma de Puebla), preocupa al estudiantado que pese a su formación profesional no descarta que la universidad necesite una limpia, luego de que de 1998 a la fecha se han registrado —conocidos— 4 casos, donde en tres las víctimas han sido asesinadas y en uno solo donde la intervención de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), a través de la DIEDO, pudo evitar una tragedia.
Del tercer caso, la PGJ había informado el 12 de mayo de la detención de Omar Rafael Victoria Gómez “El Gordo”, de 28 años de edad, quien planeó y ejecutó el secuestro de su amigo, estudiante de la UPAEP, a quien conocía desde hace catorce años y para evitar ser descubierto como en los dos casos anteriores, utilizó los servicios de tres de sus cómplices en felonías de robos, oriundos y vecinos del Distrito Federal.
“El Gordo”, junto con Israel Arellano Hernández, de 26 años de edad, Vicente Alejandro Leyva Hernández de 28 y Sergio García Acevedo de 38, los dos primeros taxistas y el tercero comerciante, fueron detenidos por parte de la DIEDO en dos partes, primero en las inmediaciones del centro comercial Soriana, en la cadete Vicente Suárez y el segundo en la colonia Casa Blanca, donde el secuestrado fue rescatado sano y salvo, sin que sus familiares entregaran los 137 mil pesos de un millón que los delincuentes les exigían.
Los otros dos secuestros y asesinatos fueron de Patricia Gómez Osorno, plagiada y asesinada el 20 de abril de 1998 por Javier Solana García, Rogelio González Barroso y Juan Manuel Machorro Regules, sentenciados a 50 años de prisión. Y el de Marisol Catalán Zamora, quien corrió la misma suerte el 12 de enero del 2001 a manos de José Osiris Olivares Ayala, Karina Velásquez Atienza y Pedro Amador Morales, sentenciados a 50 años de prisión.
En los tres casos donde las víctimas han sido ejecutadas por sus captores resalta, además de la edad, que las tres fueron mujeres y que sus amistades directas se vieron involucradas, de hecho en el caso de Karina Reyes Luna, las procuradurías de justicia de Veracruz y de Puebla coordinan esfuerzos para localizar a un exnovio de la universitaria, quien esta siendo buscado en las ciudades de San Martín Texmelucan, Huejotzingo y Cholula.
Rueda la cabeza del procurador y
del jefe de Seguridad de Veracruz
Sobre este caso —no está usted para saberlo ni yo para contárselo— el procurador general de justicia de Veracruz, Emeterio López Márquez, así como el secretario de Seguridad Pública, Juan Manuel Orozco, fueron “invitados” a presentar sus renuncias tras la presión que realizan los familiares de la joven que murió asfixiada presuntamente en la cajuela de un vehículo y cuyo cuerpo fue abandonado entre los límites de Puebla y de Veracruz.
En Puebla no fue necesario que rodara la cabeza de algún procurador o jefe policiaco, luego de que en los tres casos de secuestro todos los responsables fueron detenidos; dos de estos grupos enfrentan sentencias máximas, mientras que un tercero está sujeto a proceso.
Del caso de la joven Karina se sabe que éste no ocurrió en territorio poblano, que las coincidencias lo vinculan con los otros tres porque todas las víctimas eran estudiantes de la UPAEP. Por eso se comentó del temor de los estudiantes y de la idea de que hagan una limpia a la universidad o por lo menos unas misas.
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