PUEBLA/Ximena Muñoz
El Instituto Nacional de Antropología INAH Puebla inició el rescate de
diferentes inmuebles, entre ellos el Convento de Santo Domingo y la
transformación del paisaje de Izucar de Matamoros, un trabajo en que
se invirtió un monto de 8 millones de pesos.
Jesús Joel Peña investigador del Instituto de Antropología e Historia
(INAH) lamentó que gran parte de los inmuebles que se encuentran en
Puebla han sido restaurados por la mano de hombres inexpertos.
Provocando daños en las estructuras y resanando las paredes o techos
de iglesias con materiales como cemento, con el que resanan las
estructuras sin percatarse si causan algún daño.
El especialista de estructuras, Enrique Gómez dio una amplia
explicación sobre los trabajos que se realizaron varios meses, en los
que colaboraron más de 80 trabajadores.
Arnulfo Allende antropólogo del INAH destacó que los trabajos de los
especialistas van enfocado a restaurar un inmueble que ha permanecido
en el olvido durante años, por ello a partir del 2009 el comité
cultural de Izucar de Matamoros se empezó a tramitar las gestiones
para que el Instituto de Antropología e Historia autorizara los
trabajos.
Pero fue después del 2010 cuando se autorizó el monto de 8 millones
de pesos, Arnulfo Allende aseveró que se tuvieron que hacer
investigaciones para el rescate.
Ejercicio épico de restauración en el Convento de Santo Domingo
La especialista en conservación, Elizabeth Ramírez Ramírez admitió que
el municipio de Izucar de Matamoros a finales del 2010 se llevó acabo
la restauración del convento con el fin de lograr su dignificación,
pero el principal problema fue que los custodios lo tienen clasificado
como una casa que guarda tesoros, y joyas.
Destacó que a pesar de que se contaba en la comunidad con un gobierno
religioso, el convento perdió el nombre de parroquia, aclaró que no
perdió el valor territorial a nivel religioso.
El convento tiene dos plantas, en la baja está el patio donde se
realizaron hallazgos que aceleraron la intervención en una longitud de
mil 594 metros cuadrados, mientras que en la parte alta se tiene 407
metros cuadrados.
Para finalizar, María de los Ángeles Rodríguez Elizalde especialista
en restauración de pintura mural, habló sobre tres técnicas que se
utilizaron para lograr el rescate del mural del siglo XVII, así como
de la longitud 300 metros cuadrados del edificio.
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