Se entrega voluntariamente pero no había quien la atendiera


2012-04-11 | Ciudad de Puebla.- María Eugenia Enríquez Reyes, quien fungió como coordinadora de agencias del Ministerio Público zona Poniente durante la administración pasada, fue detenida por agentes de la Policía Federal Ministerial, ya que en su contra había una orden de aprehensión por delincuencia organizada y delitos contra la salud; tuvo que esperar tres horas para ser arrestada, pues ella acudió al juzgado que la requirió para entregarse.

La ex servidora pública estuvo fuera de Puebla durante casi tres años y medio, evitando ser aprehendida, pero cansada de huir, se entregó a las autoridades pues asegura, ella es inocente y las acusaciones en su contra fueron “fabricadas” por los entonces procurador de justicia, Rodolfo Archundia Sierra, y subprocurador, Víctor Pérez Dorantes, quienes la hostigaban en el ámbito laboral, dijo.

Apoyada por su familia, amigos y por Layda Sansores San Román, candidata a senadora en el estado de Campeche por el partido Convergencia y productora ejecutiva del documental Presunto Culpable, María Eugenia Enríquez acudió la mañana de este jueves al Juzgado Tercero de Distrito para entregarse a dicha autoridad, que instruye en su contra el proceso 58/2012.

Al edificio arribó en punto de las 11:00 horas, pero al ver que estaba acompañada de reporteros y otras personas, los guardias de seguridad le impidieron la entrada al edificio del Poder Judicial de la Federación -ubicado en la Reserva Territorial Atlixcáyotl-; casi media hora tardaron en permitirle el acceso, lo mismo que a algunos reporteros.

Sin embargo, la burocracia no paró ahí, pues no fue sino hasta las 14:05 horas que la atendieron en el juzgado, a pesar de que en repetidas ocasiones refirió que iba a entregarse porque contaba con una orden de aprehensión, le dijeron que no había quien la atendiera.

Diez minutos después, un empleado del lugar informó a los familiares que Enríquez Reyes había sido trasladada a las oficinas de la PGR en la Recta a Cholula, que de ahí sería trasladada al Cereso de San Miguel, y que por la tarde-noche regresaría al juzgado para rendir su declaración preparatoria.

El trato que recibieron tanto la probable responsable como su familia derivó en una queja ante la Comisión de Derechos Humanos en Puebla, que se encuentra en trámite.

El antecedente

Víctor Pérez Dorantes
El viernes 15 de agosto de 2008, un comando armado atentó contra la vida del subprocurador Víctor Pérez Dorantes, al interceptar su vehículo y a su escolta en las inmediaciones de la laguna de San Baltazar, descargaron ráfagas con armas AR-15 y AK-47 o cuerno de chivo; el funcionario resultó ileso.

Al día siguiente, los sicarios que cometieron el atentado estuvieron a punto de ser linchados en el municipio de Tlapanalá por sus habitantes, quienes los interceptaron poco después de haber “levantado” a un narcomenudista en la junta auxiliar La Palma. La Procuraduría General de Justicia intervino y logró rescatar a siete zetas.

Uno de los detenidos, Aurelio Xolo Gozcón y/o Javier Ríos Ponciano, alias “El Congo”, exelemento de la Policía Judicial e integrante de dicho grupo delictivo, dijo en su declaración que “una coordinadora” era quien le daba protección a la célula, además de que le daba aviso de cualquier operativo con el que pudieran resultar afectadas sus operaciones.

Con esa declaración, la indagatoria fue consignada y el juez federal libró la orden de aprehensión en contra de Enríquez Reyes y de un comandante de la Policía Judicial, Jairo Bahena Benítez.

Desde entonces, la excoordinadora de agentes del Ministerio Público tuvo que dejar no solo su trabajo, sino también a sus hijos.

“Me hicieron un chaleco”

Entrevistada momentos antes de acudir ante el juez Tercero de Distrito, María Eugenia Enríquez señaló que para empezar, dentro de las actuaciones de la averiguación previa no hay un señalamiento directo en su contra, “decían que todos me habían implicado y al final resultó que no, que solo uno de ellos se refirió a mí por mi cargo, pero nunca proporcionó mi nombre, dio dos números telefónicos inexistentes y por si fuera poco, el representante social nunca interrogó para obtener más datos”, aseguró.


Auto en el que viajaba Víctor Pérez Dorantes en el atentado
Asimismo, en la declaración que preparó por escrito, señaló que la pesadilla que vive desde 2008 y que la hizo irse de Puebla, habría sido orquestada por Rodolfo Archundia y Víctor Pérez Dorantes, procurador y subprocurador, con quienes tuvo problemas de trabajo.

“Me hostigaban, redujeron el alcance de mis funciones, me limitaron a checar única y exclusivamente los horarios de entrada y salida de los agentes a mi cargo, me cambiaron de adscripción e incluso me dieron un nombramiento que en el organigrama de la dependencia ni siquiera estaba contemplado, el de coordinadora de Mediación.

“El Congo” afirma que conocía a María Eugenia Enríquez en su declaración, pero nunca se le pide que haga una descripción de ella o que describa el lugar donde supuestamente se entrevistaron para cooptarla y hacerle entrega de 50 mil pesos en efectivo que llevaron en una maleta.

“Traté varias veces de hablar con los dos -con Archundia y Pérez Dorantes- pero no me recibieron, tuve que soportar que todos mis compañeros me juzgaran, ensuciaron mi reputación”, dijo la ex servidora pública.

María Eugenia no duda, aunque tampoco asegura que “El Congo” haya sido aleccionado por personal de la entonces Dirección de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (DIEDO), para que declarara en ese sentido, fabricándole pruebas.

El supuesto zeta proporcionó dos números telefónicos de la coordinadora, que se sabía de memoria, pero cuando le preguntaron por el suyo ni siquiera pudo proporcionarlo, tampoco dijo su nombre -de ella-, y aunque aseguró que había trabajado con ella cuando ambos estaban en la PGJ, quedó demostrado que nunca compartieron la misma adscripción.

“Soy inocente, confío en que me dejarán libre”

Consciente de que sería aprehendida y llevada al Cereso de San Miguel, María Eugenia Enríquez señaló que es inocente, y que tarde o temprano saldrá a flote la verdad. “No puedo estar huyendo todo el tiempo, tengo que resolver esta situación ya, para recuperar mi reputación y mi honor”, concluyó.

Actualización 1204-04-11 | 23:59 hrs.

La noche de este jueves, María Eugenia Enríquez Reyes fue trasladada del Cereso de San Miguel a las oficinas del Juzgado Tercero de Distrito para rendir su declaración preparatoria, hasta poco antes de la medianoche aún no concluía la diligencia, pero había trascendido que su abogado de oficio no solicitaría la ampliación del término constitucional, por lo que su situación jurídica se resolverá en un plazo de tres días.

Minutos después de las 22:00 horas, Enríquez Reyes arribó a la rejilla de prácticas para dar su declaración, ya que no le fue aceptada por escrito, como originalmente la llevaba desde en la mañana que acudió a entregarse ante la autoridad que la requirió.

La defensa de la ex servidora pública refirió que durante las 72 horas que tienen como plazo legal, aportarán pruebas principalmente de tipo documental, aunque se analiza la posibilidad de la confrontación, es decir, un careo, entre María Eugenia Enríquez y Aurelio Xolo Gozcón, alias “El Congo”, aunque sería vía electrónica, puesto que el probable responsable se encuentra recluido en un penal de otro estado.

La situación jurídica de Enríquez Reyes quedará resuelta el domingo en la noche, sin embargo, se analiza la posibilidad de ampliar el término a 144 horas, aunque ello se decidirá la mañana de este viernes.

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