2012-08-05 | Puebla, Pue.- Más de 600 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, policías estatales y personal del área de Comercio Exterior de la Secretaría de Finanzas, realizó un operativo la tarde de este domingo, para decomisar mercancía apócrifa en locales del mercado La Cuchilla.
Aunque todavía se ignora la cantidad de discos, películas y software incautados,
es preciso mencionar que se llenaron siete camiones de fletes y mudanzas de diferentes empresas.
El operativo inició aproximadamente a las 14 horas y culminó minutos después de las 17 horas, luego de que los uniformados cercaran las instalaciones del mercado, ubicado en la Avenida Héroe de Nacozari y Bulevar Norte, frente al Mercado Hidalgo.
Instantes después de su arribo, un grupo de unos 20 jóvenes que se dijeron integrantes de la 28 de Octubre, comenzaron a lanzar piedras en contra de los granaderos, quienes sólo procedieron a protegerse con sus escudos. Poco después, la agrupación se deslindó de dicho grupo.
Uno de los comerciantes de La Cuchilla se dijo informe con este tipo de operativos, pues son varias las familias que viven de ello, pero sobre todo, porque las autoridades federales en Puebla reciben cuotas que van de los 500 a los 2 mil pesos semanales, por local en dicho mercado, sólo para avisarles cuando hay operativo.
“Hay un tipo que dice ser de la Policía Federal, que viene y nos cobra la cuota. Por lo regular nos avisan a medio día o en la tarde, para que en la noche recojamos nuestra mercancía y sólo se les deje basura, pues suelen hacer el operativo en la madrugada”, refirió.
La molestia aumentó cuando los estibadores contratados por el Gobierno del Estado, empezaron a subir pantallas de plasma y LCD, además de bocinas, a los camiones en los que se transportó la mercancía decomisada.
Peor aún, varios de ellos fueron vistos robándose canastos con cemitas y hasta aguas frescas, lo que generó rechiflas y recordatorios familiares.
Al término del operativo, policías y personal de Comercio Exterior, pudieron retirarse sin mayor problema, a pesar de que esperaba algún tipo de agresión, mientras algunos transeúntes aprovechaban para recoger parte de la mercancía que quedó regada en la calle.
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