2012-08-14 | Puebla, Pue.- Con un disparo en la boca se quitó la vida un huésped del Hotel Aristos. Los hechos se registraron la noche de este martes, en el interior de la habitación 119, según reportes oficiales.
La fiscalía de Homicidios registró a la víctima como el desconocido número 95, se trató de un hombre de aproximadamente 50 años de edad, ubicado en la avenida Reforma y 7 Sur, en el Centro Histórico
de esta capital, se registró el lunes solo con el nombre de Víctor Martín Mayoral, con domicilio conocido en el Distrito Federal.
El hallazgo del cuerpo se realizó al filo de las 20:00 horas, cuando la empleada de limpieza del lugar, tocó insistentemente para ingresar al cuarto, sin embargo, al no obtener respuesta favorable avisó a la gerencia y determinaron abrir, al entrar se llevaron la sorpresa de verlo tirado en el piso.
De inmediato llamaron a Cruz Roja, llegando al lugar paramédicos a bordo de la ambulancia 286, quienes al revisar el cuerpo vieron que ya no tenía signos vitales y presentaba una herida por arma de fuego en el cráneo. Junto al hombre estaba una pistola.
Al lugar acudieron elementos de las policías municipales y estatales, resguardando el sitio hasta la llegada del agente del Ministerio Público, siendo la licenciada Georgina Flores Gazcón, quien se encargó más tarde de encabezar las diligencias del levantamiento de cadáver.
La fiscal mencionó al final que se trataba de un hombre registrado como el desconocido 95, había un arma de fuego y él tenía una herida en la cabeza.
Con la autopsia y los resultados de los peritos, se determinará si se trató de un suicidio, por lo que inicialmente se asentaron los hechos bajo la constancia número 360/2012 de la agencia especializada en la investigación de homicidios.
Trascendió que el hombre dejó un recado póstumo dedicado a su familia, aunque se desconoce el contenido en el que seguramente explica las razones por las que decidió arrebatarse de esta manera la vida.
Cabe señalar que este hombre ingresó el lunes y estuvo ingiriendo bebidas embriagantes (cerveza y brandy) dentro de su cuarto, únicamente él; donde fue visto aún con vida por los empleados, sin embargo, este día cuando le fueron a tocar, ya no les abrió. En el lugar se encontraron los botes y frascos. .
Al parecer, el ahora occiso era elemento policíaco en la delegación Azcapotzalco en Ciudad de México, y dejó un recado póstumo en la habitación, en el que se despedía de su familia y le decía a su esposa que ya no podía más con la presión, pero se desconoce qué tipo de problemas tenía.
Peritos embalaron, además de la nota, un arma calibre .45 con la cual el hoy finado se quitó la vida, engrosando así la lista de suicidios en Puebla, que ya es de 125 casos en lo que va del año.
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