Para ADO la seguridad de viajeros corresponde al gobierno
2013-07-07 | El gerente regional adscrito a la sierra noroccidental de la línea Autotransportes de Oriente (ADO), Gerardo Jerez, se deslindó de la responsabilidad en lo que se refiere a la seguridad de los pasajeros, "eso le corresponde al gobierno", ante el asalto suscitado el pasado jueves 4 de julio.
El particular dijo que la unidad asaltada con placas de circulación 103-JV-1, con número económico 6104 de la empresa Enlaces de Oriente (EO) filial de ADO, corresponde a un servicio de segunda "que va subiendo y bajando pasajeros".
Respecto a los reclamos de las 30 personas que fueron asaltadas a las 16:00 horas y cuyo botín se estima en 30 mil pesos y donde el atraco duró 45 minutos sobre una autobús que cubría la ruta Tulancingo-Huauchinango, por la carretera federal 130, expresó que es difícil tener a un vigilante por cada unidad de transporte.
Señaló que lo que se hace en estos casos, es acompañar a la gente afectada a que presente su denuncia correspondiente o del contrario es la empresa junto con el chofer, la que presenta la denuncia como proceso básico y se inicie una averiguación previa.
Sobre las cortinas que evitaron que la Policía Federal se diera cuenta de lo que sucedía en el autobús, señaló que éstas se ponen por el mismo confort del pasajero "aunque se recomienda que vayan abiertas para que los vigilantes carreteros se percaten de algún ilícito", manifestó el representante de la línea.
RECAPITULANDO
De acuerdo con testimonios de la víctimas del asalto, al salir de la vecina ciudad hidalguense, cuatro individuos, entre ellos una mujer, abordaron el autobús, uno de ellos traía una guitarra en las mano, que nunca tocó, pero se bajó unos metros adelante del lugar donde subió.
Los tres sujetos restantes venían sentados en sus lugares y "tendrían entre 24 y 27 años de edad", refirieron los tripulantes.
Unos kilómetros adelante de Tulancingo, sin que las víctimas especificaran el paraje, las tres personas señaladas se levantaron de sus asientos y anunciaron al resto de los pasajeros que se trataba de un asalto. "A una señora le pegaron una cachetada porque no se dejaba quitar sus aretes ni quería entregar su teléfono celular", refirió una de las víctimas.
Algunas mujeres de edad avanzada sufrieron crisis nerviosa y a otros pasajeros se les alteró su presión arterial debido a que el asalto "duró unos 45 minutos. Casi todo el camino, hasta llegar a Huauchinango. Los rateros revisaron a todos minuciosamente, debajo de los asientos, en nuestras bolsas, entre nuestras ropas, incluso se llevaron algunas prendas de vestir que compramos en la Plaza del Vestido, allá en Tulancingo", refirió una pasajera que viajaba con rumbo a Poza Riza, Veracruz.
Los maleantes se hicieron de joyas, equipos celulares, dinero en efectivo y otros artículos personales de los 30 pasajeros que viajaban en la unidad.
El asalto terminó dentro de la ciudad de Huauchinango, pues los ladrones descendieron del autobús a la altura del módulo de Inspección Fitosanitaria de la Secretaría de Agricultura, Ganadería Pesca y Alimentación (Sagarpa) que está a la orilla de la carretera federal México-Tuxpan, en la colonia El Potro y huyeron con rumbo desconocido.
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