El sujeto que dice tener temor a las arañas se detuvo a cargar combustible. Como era de esperarse, su acción provocó un incendio que se extendió rápidamente hacia la bomba de gasolina.
Afortunadamente la intervención rápida de una empleada del lugar, quien suspendió el funcionamiento del sistema de manera manual, impidió que ocurriera una explosión.
Los bomberos no reportaron daños mayores, más que en la bomba despachadora y en el vehículo del responsable del incendió; quien al otro día regresó a ofrecer disculpas a los empleados y reconoció que había actuado así por simple “estupidez”.
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