Como un muchacho alegre, inteligente, acomedido y que tenía el sueño de convertirse en bombero, es como la familia de Reyes Chapul Santamaría, guardan en su memoria y corazón a este menor de tan sólo diez años de edad que fue arrastrado por el río Metlapanapa en la comunidad de Cháhuac, perteneciente al municipio de Domingo Arenas y cuyo cuerpo aún no ha sido localizado.
Más de una semana de sufrimiento, desasosiego, y a la vez esperanza, ha transcurrido para la familia Chapul Santamaría, cuyos integrantes dijeron estar “resignados a la voluntad de Dios”, aunque con la inquietud de que un día milagrosamente, el cuerpo del pequeño Reyes aparezca.
En entrevista para El Sol de Puebla, desde el interior de su domicilio, la madre del menor de edad, recordó los buenos momentos que pasó con su hijo pero también las omisiones que hubo en su momento por parte de los elementos policíacos del municipio de Domingo Arenas, pues a su decir, de quien primero recibieron ayuda fue de los policías y de los elementos de Protección Civil del municipio de San Andrés Calpan.
Con sufrimiento y un poco de resignación Rosario Santamaría contó que a su hijo, diario le gustaba preparar y tomar café o té con pan, se caracterizaba por ser un niño alegre y estudioso pues cursaba el cuarto grado de primaria, donde destacaba de entre sus compañeros, quienes incluso aún preguntan por él a diario.
“Sus compañeritos vienen diario a buscarlo, mi esposo les dice que él se fue a un viaje muy largo y quién sabe si quiera regresar, pero ellos le contestan que sí creen que regrese porque además siempre le ganaba a todos en calificaciones y siempre entregaba a tiempo sus tareas y trabajos”, relató la madre de Reyes, quien frente al altar que le hizo a su hijo, con su fotografía, flores y ceras, pidió a Dios que los cuerpos de emergencia hagan su trabajo y ojalá encuentren a su vástago.
Y es que con ironía, Rosario mencionó que uno de los sueños de su hijo era convertirse en bombero y ahora éstos, son quienes se están encargando de buscarlo.
Compartió cómo a Reyes le gustaba ayudarle a su padre en el campo y en la producción de tabiques que es a lo que su familia se dedica, mientras que por otro lado, desmintió algunas versiones que corrieron sobre el accidente, pues dijo que jamás lo mandaron a cortar leña y mucho menos fue empujado por sus primos.
Explicó que ese día Reyes y sus hermanos, acompañados de otros familiares, acudieron a la iglesia que se encuentra frente a su domicilio a un rosario en honor al Sagrado Corazón de Jesús; al salir, atraídos por la curiosidad de ver la creciente del río, se acercaron a la orilla.
Pero mientras Reyes estaba aún sobre el pasto, se suscitó una especie de deslave y fue así como el pequeño fue arrastrado por la corriente.
“Mi sobrina me vino a avisar, la gente del pueblo se juntó, incluso el encargado de la iglesia tocó las campanas para que la gente se reuniera pero ya no se pudo hacer nada”, comentó la entrevistada, quien exteriorizó su molestia y dolor ante las falsas noticias que llegan a darle algunas personas de que ya ha sido encontrado el cuerpo de su hijo, por lo que ha dijo que ha decidido resignarse a su pérdida.
Por otro lado, acusó que el día de los hechos, los policías de Domingo Arenas únicamente le pidieron los datos del menor y mientras decían que ya había más unidades en el puente de Santa María Zacatepec, auxiliando, eso resultó totalmente falso ya que ella se trasladó al sitio y no encontró absolutamente a nadie. Reconoció que fueron policías y elementos de Protección Civil de Calpan, quienes brindaron el primer apoyo al igual que bomberos estatales de distintas bases, quienes incluso, ayer siguieron con los trabajos de búsqueda, nuevamente, desde el lugar del accidente hasta San María Zacatepec.
Es así como ahora, a la familia del pequeño Reyes, no le queda más que el recuerdo de los momentos que pasaron con el menor y la esperanza de que pronto su cuerpo aparezca para calmar el dolor por el cual todavía traviesan.
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