La normalidad volvió Times Square, aunque se reforzaron las medidas de seguridad tras el atropello masivo del pasado jueves. Los fiscales aseguran que el conductor del vehículo, Richard Rojas, declaró que “quería matarlos a todos” y dijo incluso que la policía debería haberle disparado cuando bajó del coche. Rojas, que iba drogado en el momento del suceso, está bajo arresto.
El atropello causó la muerte de una joven de 18 años, que estaba en Nueva York haciendo turismo con su familia, y 22 heridos. Los testigos indicaron que Rojas tenía una clara intención de hacer daño. El alcalde Bill de Blasio insiste que no está clara la motivación del sospechoso mientras la policía añade que en el vehículo no se encontró nada fuera de lo normal tras su inspección.
Las autoridades evitan especificar la sustancia química que se detectó en la sangre de este veterano de la Navy, a la espera de que se conozca el resultado definitivo en unos días. Los vecinos aseguran que Rojas era una persona con problemas mentales. Hace una semana, fue arrestado por amenazar con un cuchillo a un notario. También tiene casos de detención por conducir ebrio o drogado.
La policía, entre tanto, ha colocado más bloques de hormigón en las aceras de Times Square para dar mayor protección a los viandantes. El accidente vuelve a poner, además, en evidencia los problemas de salud mental que tienen los veteranos. Como señalan los amigos de Rojas, no es un terrorista. El joven vivía con su madre. La próxima vista está prevista para el 24 de mayo.
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