El excandidato a la gubernatura de Puebla, Alberto Jiménez Merino, confirmó que aspira a la dirigencia estatal del PRI y pidió que el método de selección sea una consulta abierta a la militancia.
En entrevista con e-consulta señaló que está en espera de que se emita la convocatoria para la renovación del Comité Directivo Estatal (CDE) y así concretar o no su postulación.
Al afirmar que a diario recibe llamadas y mensajes de apoyo, señaló que estará donde “los militantes pidan”, así que “seguro estará” en la contienda si tiene el respaldo de los priístas.
El también Secretario Ejecutivo del Consejo Técnico Nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC) señaló que al PRI tiene futuro siempre y cuando procure la unidad y se acerque a la militancia que ha abandonado en los últimos años.
De ser electo tendría la responsabilidad de enfrentar la supervivencia del partido en dos elecciones, la de 2021 y la de 2024, donde se elegirán alcaldías y diputaciones, así como la gubernatura en la segunda.
De ganar la dirigencia, Jiménez Merino adelantó que abriría las puertas a los priístas que lo abandonaron en la elección extraordinaria de 2019 por apoyar a Morena y su candidato Miguel Barbosa Huerta.
A estos militantes que calificó como “desleales”, los exculpó diciendo que se fueron del partido porque los engañaron con “la zanahoria” de que tendrían un cargo en el actual gobierno, pero rechazó que les guarde rencor.
En lugar de eso aseguró que el priísmo debe “dar vuelta a la página” y unirse de cara a los próximos comicios, aunque a advirtió que los militantes que regresen no tendrán de inmediato los mismos privilegios que los que se quedaron pese a las derrotas de 2018 y 2019.
Antes de competir por la gubernatura en 2019, Jiménez Merino fue secretario de Desarrollo Rural (SDR) en el gobierno de Puebla; delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), hoy Sader, y delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el estado, así como legislador federal y rector de la Universidad Autónoma de Chapingo.
El delegado nacional en funciones de presidente, Américo Zúñiga Martínez, tiene la obligación de organizar la elección interna en el transcurso del mes de abril.
Al ser nombrado encargado del Comité Directivo Estatal (CDE) el pasado 3 de febrero se le ordenó realizar la renovación de la dirigencia en un plazo menor a 60 días.
Con Jiménez Merino suman ya cinco aspirantes a la dirigencia del PRI: el expresidente que renuncia la semana pasada, Lorenzo Rivera Sosa; la exsecretaria General, Xitlalic Ceja García; el exalcalde de Quecholac, Néstor Camarillo Medina y el exdelegado de Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet.
En entrevista con e-consulta, Zúñiga Martínez señaló que el método para elegir la nueva dirigencia aún no se define, pero podría ser una elección abierta entre la militancia, o los aspirantes podrían llegar a un acuerdo para impulsar un candidato único.
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